Villa Allende: El desafío de enfrentar al oficialismo con un peronismo dividido

Dentro de unos días se conocerá quien comandará los destinos de la municipalidad de Villa Allende por los próximos cuatro años. En esta recta final, los distintos candidatos a intendente afinan sus estrategias para captar a sus votantes.  En eso andan los diversos espacios referenciados en el peronismo provincial o nacional que en esta elección van separados para enfrentar a un oficialismo que también se muestra disgregado, aunque con otras características.

En ese marco, la novedad dentro del “justicialismo” local fue la alianza y el salto de partido (del PRO a Hacemos Unidos por Villa Allende) del ex secretario de desarrollo social de la actual gestión municipal, Nicolás García. En otros tiempos hubiera sido un verdadero escándalo. Aunque con los antecedentes inmediatos a nivel provincial y de la ciudad de Córdoba, el “pase del año” no retumbó demasiado o ya se lo esperaba, tras meses de rumores que luego se confirmaron. 

“Del Pro Romerismo”, se ataja y justifica García ante cada consulta periodística, como si pertenecer o haber sido parte del ala del ex golfista le generara un aura especial o le valdría para saltar el charco de la política. ¿Realmente vale todo en la política? Todavía uno recuerda el caso y el latiguillo de la “borocotización” décadas atrás en el Congreso de la Nación. Finalmente García comanda la formula acompañando al ex jefe municipal Héctor Colombo, con aliados peronistas como Martín Gómez y Julio Suárez, y con el romerismo adentro de la lista y con el aval, armado y visto bueno de Juan Schiaretti y el gobernador electo, Martín Llaryora. 

Lo anterior  y los nombres propios, no cayó nada bien dentro de las bases peronistas de la ciudad. Y la respuesta no se hizo esperar y vino desde los barrios profundos.

El primero en despegarse fue Daniel Zabala. El actual tribuno de cuentas por el PJ no aceptó la nueva alianza y las propuestas ofrecidas de una futura concejalía y armó su propio espacio, aunque sigue referenciado en el schiarretismo. Bajo el sello del Frente Federal de Acción Solidaria, Zabala apela a una lista con referentes de los barrios de la localidad como el presidente del centro vecinal de Lomas Sur, Pedro Bonafé, y otros como Mariana Uema y o la referente social Rosa Santucho. ¿Le alcanzará a Zabala sin la propia estructura de su partido disputarle no solo al oficialismo sino a otros dirigentes justicialistas?

También de los barrios vino la respuesta del kirchnerismo local: para esta elección no lograron llegar a un acuerdo con otros espacios peronistas, a pesar de las intensas reuniones en las semanas y días previos al cierre de las listas. Recordemos que allá por el 2019 fue unido al delasotismo local encolumnados bajo Colombo, quien terminaría tercero y muy lejos de las expectativas. Mario Quiroga es el candidato que aglutina a estos sectores que se referencian con el peronismo nacional. Y también (como Zabala) buscó en los barrios a su armado de la lista. Analía Sacristán, referente del Centro Vecinal de Condor Bajo, la docente jubilada y luchadora por los derechos humanos, Graciela Juarez, son algunos de los nombres interesantes de la lista.  Bajo el sello del Frente Grande (otrora partido del Chacho Alvarez) busca su propia identidad en una ciudad, que si nos basamos en las elecciones generales a gobernador, es más amarilla que nacional y popular. 

El cuarto espacio que por lo menos en el discurso se referencia en el movimiento heterogéneo es el que comanda José Martín Petrini: entró con lo justo y tras disputas en la justicia debido a cuestiones de tiempo en su residencia local.  LLama la atención el sello que pudo conseguir: Kolina. Aquel espacio que tuvo mucho anclaje en las epocas doradas del kirchnerismo nacional y se referenciaba en Alicia Kirchner. También allí encontramos a algunos viejos conocidos de antiguas gestiones municipales como Silvana Sánchez y otros de la vieja guardia como Hugo Yague. 

Por último, y desde los barrios profundos y que comparte límites con la capital cordobesa es el espacio de “Petete” Giraudo. Anclado en su militancia, con una discurso que tiende a tocar el sentimiento de los barrios y pertenencia, Giraudo buscar pescar el voto del peronista puro. 

Sin lugar a dudas un gran desafío para los partidarios del peronismo local. Que en las sierras chicas no tuvo buenos resultados en las ultimas elecciones en las respectivas intendencias que pusieron en juego el 25 de junio pasado, incluso perdiendo importantes distritos como La Calera o Río Ceballos a manos del radicalismo, de la alianza cambista en su conjunto o del inaudito Encuentro Vecinal Córdoba. Este 30 de julio no solo los ciudadanos de la villa mirarán con expectativas esta reñida disputa sino que también la dirigencia provincial y "la nueva generación" del PJ posará sus ojos.