Hace más de seis años que la Escuela Proa de Unquillo espera la construcción del nuevo edificio que estará ubicado en el inicio de la avenida Sabattini. Pero la Provincia de Córdoba, a cargo de la obra, dilata la finalización de la misma. Mientras tanto el establecimiento educativo funciona en el antiguo edificio de la escuela Morzone, en cale 25 de mayo del centro de la ciudad.

En este año, que se completan los cursos y habrá una primera promoción de egresados, los afectados son los alumnos de quinto año a quienes les asignaron un aula que está en condiciones muy precarias en lo edilicio e instrumental para el normal dictado de clases.

En radio Nexo habló Emilia Monti, una de las alumnas que dijo: "Este año fue bastante complicado como estamos en un edificio provisorio no había aulas para poner al nuevo curso que entraba porque recién este año estamos completos". Y añadió sobre el lugar que les tocó como aula a ella y a sus 23 compañerar y compañeros:

"Es un pasillo externo que queda una casa que lo techaron con chapa hace seis años. Con la temperatura ahora con el calor fue horrible, porque aparte hay un solo ventilador de techo que da a los últimos bancos. Y las ventanas que hay dan adentro de una casa que no se usa más que para guardar nuestras cosas de las estudiantinas".

Además, no llega internet y tuvieron que poner un pizarrón provisorio apoyado en unos bancos. Así, en el comunicado oficial firmado por las y los estudiantes, explica: "Cuando nos fue entregado este espacio como nuestra aula de estudio, todo el mobiliario que contenía eran los bancos y las sillas, no contamos con un pizarrón instalado ni con un tacho para los residuos, aunque nuestro colegio tiene una orientación relacionada con la informática y la programación, no contamos con acceso a internet, tenemos un solo enchufe para todo el espacio, el techo de chapa y la forma del edificio son poco favorables, tanto para impartir como para recibir las clases debido al eco que se genera, al mismo tiempo la temperatura aumenta más rápido ya que somos 24 alumnos que conviven 8 horas diarias en un espacio, como ya expresamos anteriormente, pequeño y sin ventilación, sabemos también que con las lluvias el techo tiene goteras y el sonido que produce es casi ensordecedor sumado a que la única entrada al lugar está al lado del desagüe de los techos del resto de la escuela. El único alivianador de nuestra situación es un solo ventilador de techo que se encuentra en uno de los extremos".

Además aportan una propuesta: "Lo ideal sería encontrar un nuevo espacio en el cual podamos recibir nuestras clases, como por ejemplo ser reubicados en la biblioteca, o en la sala de profesores, tratando siempre de evitar que otro curso tenga que utilizar el sitio en el que estamos actualmente, porque como grupo consideramos que ningún estudiante debería tener que pasar por la situación que atravesamos nosotros".

Y agregan: "Conocemos lo poco probable que esto pueda ser, por ello pedimos que por lo menos se acondicione el lugar actual acorde a nuestras necesidades, ya sea la instalación de ventiladores de pared, enchufes y un pizarrón, como la habilitación de las ventanas y  la correcta revisión del techo, para que nuestra educación sea brindada de forma correcta en un espacio medianamente debido".

NOTA COMPLETA CON EMILIA MONTI, 5TO. AÑO ESCUELA PROA UNQUILLO