La comunidad educativa de la escuela ProA de Unquillo vuelve a reclamar por infraestructura mientras espera el nuevo edificio
En un repetido reclamo que viene desde hace un par de años, la Escuela ProA de Unquillo espera soluciones. Con la promesa todavía pendiente de la construcción del nuevo edificio sobre la ruta S-441, Amadeo Sabattini frente al Instituto Nuevo Milenio, el actual edificio ubicado en el centro de la localidad, carece de condiciones mínimas para el normal dictado de clases.
Radio Nexo y el programa Anexados se hizo presente en la escuela y habló con Verónica Sandoval, mamá de un alumno de cuarto año que contó las carencias: "El edificio nuevo estaba prometido desde que arrancó la escuela. En este se sienten las condiciones y el deterioro. La semana pasada tuvieron que suspender las clases por un desperfecto eléctrico".
La madre agregó: "En la construcción estaban levantando las columnas y esperemos que lleguen a contruirla cuanto antes. Es prioritario porque en el espacio donde habitamos ahora no hay lugares y van a colapsar algunas cuestiones básicas".
Además, en la charla, la representante de cooperadora contó de otras carencias: "No tienen computadoras, no tienen Arduino, que es fundamental para trabajar en lo que es las nuevas tecnologías que es la orientación que tiene esta escuela, no tienen espacio para educación física, tienen que ir hasta el campito. Es como querer entrenar a un futbolista sin pelotas".
La cooperadora de la escuela, además de acompañar el reclamo, trata de ayudar con algunos eventos. "El 11 de junio haremos una feria americana en la plaza Herbera para juntar fondos. No hay cortinas, caloventores. También haremos una rifa para comprar algunas cosas", añadió.
El reclamo va dirigido a las autoridades del Ministerio de Educación de la Provincia. En materia de organización, los chicos de los cinco cursos ya tienen delegados para el incipiente centro de estudiantes.
"Los de quinto año están un poco desalentados. Ellos quieren venir, les gusta estar con sus compañeros pero les falta el plus para que se concreten. Y son cuestiones básicas", dijo.
Y, como madres y padres, Verónica explicó: "Muchos de nosotros teníamos a nuestros hijos en colegios privados y decidimos hacer el cambio porque nos convenció la propuesta educativa superadora de las escuelas ProA. Y, la verdad, esperamos soluciones para que se normalice el dictado de clases".