“La verdad fue una desilusión muy grande”, cuenta Soledad al móvil de Anexados, mientras contempla los cimientos de una obra que reclaman hace más de cuatro años. Se trata de una sala de tres y un comedor, que el municipio estaba llevando adelante con fondos del plan provincial Aurora, y que prometió finalizar el año pasado, aunque a cinco meses, la espera continúa.

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Madre de la escuela Padre Gastón Vergonjeanne de Villa Allende, Soledad destacó la importancia de la obra para el establecimiento educativo: “Necesitamos recuperar gran parte del patio que hoy los chicos no pueden disfrutar. Además, la comodidad del comedor, hoy las seños tienen que sacar a los chicos a recreo y preparar todo en una salita. Y ni hablar la salita de tres, que hoy no tenemos”.

Este último punto es uno de los más sensibles, ante la falta de bancos en la región. La obra no sólo permitiría incorporar sala de tres, sino también una sala de cuatro que funcionaría en otro turno. “El año pasado quedamos con toda la ilusión y la esperanza de que en marzo de este año empezaba salita de tres y acá estamos. La verdad fue una desilusión muy grande”, apuntó la vecina.

Por su parte, Sandra, directora de la institución, recordó que el contrato fue firmado en 2017. La obra empezó en 2019 y quedaron parada mucho tiempo, con materiales que incluso se echaron a perder. El año pasado, tras numerosos reclamos, el municipio se comprometió a terminar el trabajo con fondos propios, pero el único avance fue la instalación de un techo en noviembre de 2022.

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