Con la seguidilla de altas temperaturas de las últimas semanas, la provisión de agua potable en Sierras Chicas se ha visto resentida. Se trata de un problema recurrente para la región, agravado por el calor y la falta de lluvias, como señaló Raúl Hoya en diálogo con Anexados.

“Vivimos en una zona semiárida y la cantidad de agua disponible es menor a la que se necesita para abastecer a la población. Por eso tenemos que importar agua del Dique San Roque, a través de la planta de La Calera”, indicó el presidente de la Cooperativa de Agua, Obras y Servicios Públicos Unquillo - Mendiolaza.  

“La infraestructura está colapsada en este momento. Hoy arrancamos el día con la cisterna a media máquina, o sea que va a haber faltante de agua en todas las localidades de Villa Allende a Salsipuedes, porque la fuente de abastecimiento es la misma”, advirtió Hoya.

Además, el presidente de la Cooperativa aclaró que “la planta de Río Ceballos está trabajando a capacidad máxima” y que, aunque se alterna con el agua del Dique La Quebrada, no se alcanza a compensar el déficit de la planta potabilizadora de La Calera.

“Vamos a cerrar diciembre con un déficit de 100 mm de lluvia, lo cual impacta directamente en la capacidad de recupero del sistema. Cuando llueve no solo recuperamos agua, sino que la gente consume menos. Hoy estamos en límites máximos de uso del recurso”, apuntó con preocupación.

Por último, Hoya enfatizó que “el suministro está más que complicado” y que es fundamental que “la gente haga un uso extremadamente cuidadoso del recurso”, evitando regar, lavar ropa o cualquier otra actividad no imprescindible.

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