En el primer encuentro del ciclo 2025 nos referimos a los ingresos recurrentes y complementarios. ¿Qué son y cómo se diferencian? ¿Qué se debe tener en cuenta al momento de optar por un ingreso complementario?
Por Mercedes Bacile, licenciada en Administración especializada en Mercado de Capitales – Bienestar Financiero.
En el primer encuentro del ciclo 2025 del segmento “No hay almuerzo gratis, salud financiera”, que se emite todos los miércoles durante “Anexados”, dialogamos sobre los ingresos complementarios.
En el entorno actual que vivimos, muchas unidades económicas (como son las familias, las empresas, emprendedores) tienen una motivación especial por generar ingresos complementarios a sus ingresos recurrentes. Pero ¿qué significa cada uno?
Los ingresos recurrentes son los ingresos que se obtienen de forma regular y predecible. Por ejemplo, podemos hablar de un sueldo o un ingreso por ventas. Lo importante de esto es que se puede armar un plan más específico sabiendo con qué se cuenta mes a mes. Por otro lado, el ingreso complementario es todo ingreso que se suma a lo esperado.
El problema es cuando a la característica de complementario no le puedo sumar la de recurrente y sí la de variable. Vamos a un ejemplo real: si tengo un trabajo jornalizado por el que percibo un ingreso recurrente y además cumplo servicios en Uber para complementar, a lo fijo estaría sumando algo variable que no me aporta constancia ni previsibilidad. En este sentido, vale preguntarse: ¿Puedo armar planes a corto y largo plazo con esto? ¿Tengo previsibilidad?
En la actualidad, muchas familias deben sumar ingresos y generar actividades complementarias para mantener un cierto nivel de vida. Pero ¿qué pasa cuando sin un análisis especifico esa diferencia no es real y termina hasta perjudicando el bienestar en general?
Sumar ingresos complementarios es recomendable para cumplir un objetivo específico o para actividades de las cuales tengo un nivel de orden y autoconocimiento. En caso contrario, el inconveniente que puede surgir es que lo complementario se diluya y descuide lo recurrente.
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