¡La fiesta de San Alfonso!

El domingo pasado se realizó una cálida peña por el día del San Alfonso (1 de agosto), que también concidió con el día del Parroco (4 de agosto), en el Convento San Alfonso que el año que viene cumple 90 años en la Villa, con la presencia de redentoristas.

El cronograma se cumplió con puntualidad, comenzando con la misa de las 11 horas en el templo. Al finalizar ésta, se pudo disfrutar de un recorrido por todos los sectores más destacados del edificio, como la monumental biblioteca, el arquitectónico jardín interno, el comedor y todos los enormes patios externos donde se encuentran el cementerio y las colinas con vistas a las Sierras, ciudades Saldán y Villa Allende.

El padre Marcelo Pomar, actual rector del convento, fue el encargado de guiar el recorrido por la casa y su historia, de manera muy completa y amena. 

A su término, comenzó el amuerzo, con venta de números para locro, choripán, bebidas y otras comidas dulces. A mitad de la venta, cuando la gente empezó a sentarse, comenzaron los números musicales, entre ellos: la cantante local y representante de la tercera edad, Beba Rey y la agrupación de danza Los Crocante.

El encargado del exquisito locro, también escritor muy conocido de Villa Allende, bajo el seudónimo "El almirante de tempesatades" escribió estas parabras sobre el evento: "Qué se iba a imaginar San Alfonso cuando más de dos siglos atrás en su Nápoles natal, fundó las Capillas del Atardecer, (lugares de oración, comunidad y actividades sociales), que discípulos suyos en un lugar tan distante a su terruño natal, bajo su carisma, compartieran una maravillosa tarde de Familia Redentorista, como nos consideramos, en la preparación de un locro, para celebrar su día. Qué valiosa enseñanza nos dejó lo vivido, ver como la unión por un objetivo en común hace las cosas más fáciles y si es en armonía y la Alegría del servicio reina, simplemente es maravilloso. Gracias Comunidad de San Alfonso, por su apertura y cariño, que tanto bien hacen al espíritu, para que el SER FELIZ, sea una realidad". 

"Ese Dios al que tanto predicó e hizo conocer de su presencia, lo premió con un espléndido día, típico de los inviernos cordobeses, para que la fiesta en su conmemoración fuera completa. Si el inicio fue así que maravilloso augurio de comienzo de lo que será este año jubilar por los noventa años de está Casa en mi Ciudad con Alma de Pueblo, que tanta espiritualidad sembró y fue el semillero de muchos misioneros sembradores de amor,  transmisores de un Jesús Redentor que garantiza eternidad. Ayer la jornada comenzó con la mística y concluyó con la mástica, todo fue Alegría como lo es cuando se siente ser comunidad. Nos aguardan trescientos sesenta y cinco días camino a las nueve décadas, de pequeños o grandes eventos que nos permitirán acrecentar lazos para sentirnos cada vez más Familia Redentorista. Mil gracias a todos los que hicieron posible la fiesta y en especial al Padre Marcelo Pomar (Rector de San Alfonso), que abrió las puertas de la Casa Grande de par en par". El Almirante de Tempestades

¿Quién fue San Alfonso María de Ligorio?

San Alfonso María de Ligorio fue un sacerdote y obispo italiano nacido en Nápoles en 1696. Obtuvo el doctorado en ambos derechos y se dedicó a la predicación y a la publicación de obras de teología moral. Fundó la Congregación del Santísimo Redentor y fue elegido obispo de Sant' Agata de' Goti, aunque luego renunció a dicho cargo. Falleció en 1787 en Pagami, cerca de Nápoles.

Desde joven, San Alfonso mostró un gran talento en diversas disciplinas como los idiomas, las ciencias y el arte. Estudió leyes y se convirtió en un abogado famoso a los 19 años. Sin embargo, su vida cambió radicalmente cuando descubrió que había apoyado una causa falsa sin saberlo. Esto lo llevó a hacer un retiro espiritual y a confirmarse en la fe. Decidió abandonar su profesión y dedicarse por completo a la vida religiosa.

San Alfonso se destacó por su estilo sencillo de predicación, evitando la pomposidad y el rigorismo jansenista. Fundó la Congregación del Santísimo Redentor y se dedicó a misionar en diferentes lugares. También escribió numerosas obras, siendo su "Teología Moral" una de las más conocidas. Fue un defensor de la devoción a la Virgen María y luchó por reformar la moralidad pública. Fue elegido obispo de Sant' Agata de' Goti, donde enfrentó numerosos desafíos y epidemias. San Alfonso falleció a los 90 años y fue canonizado en 1839.