Jóvenes con voz: El Grupo Semilla de la parroquia Del Carmen y su misión en Villa Allende

Desde hace 42 años, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Villa Allende fue creado el Grupo Semilla. Así como indica su nombre, el grupo juvenil realiza actividades no sólo religiosas, difundiendo el Evangelio sino también comunitarias. Es parte de un movimiento juvenil que tiene su correlato en Moreno, provincia de Buenos Aires y tiene un arraigo importante en la historia de la ciudad de sierras chicas.

Es por eso que, en la segunda entrega de la sección Jóvenes por Voz, llegaron hasta Nexo FM cuatro integrantes de Semilla: Lucre, Mili, Lucas y Lucía. Con el entusiasmo propio de la edad contaron un poco lo que se hace sábado a sábado en el grupo.

Se autodefinen como "un grupo de jóvenes". Y agregaron: "Vienen desde los ocho años, que quieren hacer la comunión. También tenemos grupos de confirmación y para los que se quieren quedar también estamos haciendo misiones para los que ya la hicieron. Por ejemplo, sábado de por medio van a las Polinesias a hacer la misión, para entretener a los niños y también compartiendo la Palabra".

Una de las chicas, que va desde la primera comunión al grupo parroquial, contó su experiencia: "Es como una familia. Cuando uno empieza tiene sus coordinadores más grandes y nunca se imagina estar hoy coordinando o dirigiendo el grupo o siendo esa persona que pone esa semilla en los nuevos niños y jóvenes que asisten. Eso es también lo lindo del grupo".

Sobre los orígenes, rememoraron: "Los números de Semilla son por los retiros que se hicieron desde la creación del grupo. Como hay un Semilla en Moreno, Buenos Aires, donde se hacían hasta cuatro retiros por año, hay hasta Semilla 110. Tuvimos preceptores que eran Semilla 2 o 1, prácticamente crearon el grupo. Y conocer a ellos es también una muy linda experiencia".

Sobre el aporte para la sociedad, los jóvenes contaron: "Semilla aporta que es un lugar donde podemos ser nosotros mismos, nadie te va a juzgar, es un grupo muy libre, sano. Nos gusta acompañar a los chicos en el crecimiento grupal y espiritual. Tratamos de que sientan ese sentido de permanencia en el grupo, pertenencia".

También el poder darle alternativas a infancias y juventudes en tiempos de tecnologías que hacen que haya poco contacto con la sociedad es algo que moviliza. "Es como salir de la zona de confort. Un sábado es juntarme con gente que me aprecia, hace mucho que voy. Juntarme con niños, hacer actividades. Y por es estoy estudiando una carrera relacionada al tema educación", contó uno de los integrantes de Semilla.

Y lo importante, también, de ir a lugares como barrio Las Polinesias para ayudar a niñas y niños con más necesidades: "Vamos una vez por mes o sábado de por medio y cambia la actividad. A veces van casa por casa. Hay días que hacen tarde de películas, vamos caminando desde la parroquia, llegamos a las Polinesias, tenemos identificados quiénes vienen siempre, los chicos vienen a la capillita, hacemos juegos, actividades. Hacemos una temática chiquita y la idea es sacarlos un poco de la calle. Están vulnerables, nos aseguramos de que cada uno llegue a su casa cuando terminamos. Le damos una pequeña merienda, después de eso volvemos y es re lindo ver cómo los chicos vuelven felices,  llena el corazón".

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