Fue hasta el Gauchito Gil a caballo por una promesa y lo plasmó en un libro

“Después de doce años (del accidente), estaba un día cortando el pasto, yo me dedico a la jardinería, tuve una corazonada de decir Maxi tenés que cumplir tu promesa. Y me daba vuelta en mi cabeza eso y como una cuenta pendiente y ese día dejé la máquina y le pregunté a un amigo si todavía estaba en pie de  acompañarme. Y ahí arrancó todo”, cuenta Maximiliano Soba, vecino de Mendiolaza, quien hace semanas atrás publicó su libro Así Fue (promesa Cumplida), que describe la historia que lo llevó a caballo por las rutas argentinas durante 17 días hasta Corrientes donde se encuentra uno de los tantos santuarios del Gauchito Gil. 

Claro que esta historia tiene su parte dolorosa: hace un par de años atrás, Maxi tuvo un terrible accidente a que acarrió complicaciones en su cuerpo: “Tuve un accidente de a caballo, pegué contra un árbol. Y ahí empezó mi problema. Estuve internado un tiempo. Siempre fuera de peligro, Nunca corrí riesgo pero si con muchos problemas y bastante golpeado. Me costaba caminar, no podía bañarme, darme de comer, para todo siempre necesitaba ayuda. “ 

Vecino de Mendiolaza de toda la vida, Soba en dialogo con Despertar Serrano cuenta las peripecias del momento: "Y yo siempre fui muy devoto del gauchito gil, y le hice una promesa al gauchito gil que si me sacaba de esto lo más sano posible me iba desde la puerta de mi casa hasta Corrientes a penderle la velita a caballo" y continua: "Estuve cuatro años en rehabilitación. Y gracias a dios salió todo bien. Hago todo normal. Salvo mi brazo derecho que lo tengo con muy poco movimiento. Todo lo demás salí bien."

Y ahí comenzó a cristalizarse el sueño. Y en épocas de pandemia, de viajar a caballo junto a su amigo de Unquillo a cumplirle y agradecerle al Gauchito Gil, este santo popular que año tras año recibe cientos de miles de devotos de todo el país en uno de los santuarios más importantes que posee en Mercedes en la provincia de Corrientes. 

"Fue todo un tema porque yo tengo cinco hijos pequeños. Salimos los dos desde Mendiolaza. 
Me llevó 17 días. Fue poco porque lo tuvimos que hacer medio rápido. Estábamos justo en épocas de pandemia y la gente estaba un poco mas asustada, no es como ahora que no le dan tanta importancia", indica el jardinero de Mendiolaza.

Y con respecto a lo que tuvieron que afrontar en plena restricción debido a las condiciones sanitarias, Maxi relata: "No había nada en la ruta ni en los lugares. Prácticamente éramos nosotros dos solos hasta San Francisco. Así y todo la gente se enteraba y nos daba una mano. Como agua para los caballos. Todo a la vera de la ruta como alojarse o  dormir. "

"Teníamos un programa establecido y gracias a dios salió bárbaro. Así hasta San Francisco que nos juntamos con esta gente que ya estábamos más armados. Dormíamos en el tráiler. Toda la ida la hicimos a caballo. Bastante rápido. Teníamos miedo que nos hagan volver. Y dicho sea de pasó tuvimos un par de complicaciones pero pusimos seguir para adelante. En San Francisco esa gente nos rotábamos con los caballos de ellos para que no se le hiciera tan pesado para los caballos", expresó Maxi a la radio.

¿Cómo surgió el tema del libro? "El tema del libro salió porque en el camino pensaba que era una linda historia para dejárselo a mis hijos. Y comencé a escribir de puño y letra. Pero después llegaba muy cansado . Y una amiga me dijo de porque no juntas todo este material".

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