“La verdad que es una situación que agobia, porque no se informó. Ya pasó seis veces el camión, pero no me llevan la basura porque no tengo canasto”. Las palabras son de Mirta, una vecina de barrio Cumbres que, como tantos otros, se enteró de las nuevas disposiciones municipales para la recolección de residuos cuando notó que los camiones no levantaban su basura como siempre.

Se trata de la ordenanza 57/22 que crea el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) cuyo objetivo principal es “disminuir la cantidad de residuos enviados a disposición final”, según indicó Máximo Mansilla, secretario de Servicios Públicos.

Entre las disposiciones se destaca que todos, ya sean particulares o comercios, deben contar con un canasto para las bolsas de basura. “La prohibición de las bolsas en pilares o postes de luz ya venía regulada en las ordenanzas impositivas. Las ART establecen obligaciones que los empleadores deben cumplir y tanto la ubicación de las bolsas como el peso de las mismas está regulado también por la ley de riesgo de trabajo”, explicó Mansilla.

“Entiendo que la muni considere que hay un riesgo eléctrico para los empleados. Yo no me niego a tener un canasto, pero hay que avisar a la gente con tiempo, porque comprarlo e instalarlo cuesta 14 mil pesos y hoy no puedo hacerlo”, manifestó Mirta al móvil de Anexados.

“Estas normativas se tienen que difundir en tiempo y forma, porque sino caemos en un gesto tirano: no tenés canasto, no te llevo la basura. Eso es un maltrato, porque todos pagamos los impuestos”, concluyó la vecina.

La normativa también contempla los residuos electrónicos, neumáticos, escombros, residuos verdes, establece disposiciones especiales para comercios (que sí o sí deben separar su residuos en húmedos y secos) y crea la figura de “grandes generadores”.  “Son alrededor de 50 artículos. Es la ordenanza más importante en materia de ambiente de los últimos tiempos sinceramente”, destacó por su parte Mansilla.

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