Tras la sesión extraordinaria del pasado 3 de febrero y la asunción de María Teresa Riu-Cazaux de Vélez como intendenta interina, la incertidumbre político-institucional de Villa Allende parece haber encontrado una pausa. 

“Yo no creo que haya habido desencuentros, sino simplemente diferentes interpretaciones sobre un mismo tema. Lo importante es que finalmente la sucesión se dio como correspondía”, señaló Julio Loza, actual presidente provisorio del Concejo Deliberante.

“Quiero aclarar que cuando dije que el municipio estaba acéfalo, me refería a la situación institucional, porque no había representación formal del Ejecutivo frente a otros organismos. En ningún momento se afectó al normal funcionamiento del municipio”, añadió Loza.

Sin embargo, la calma política dentro de la gestión actual tendrá un punto de quiebre el próximo 22 de febrero, fecha en que concluye la licencia formal de Eduardo Romero y además tendrá lugar la sesión preparatoria del Concejo Deliberante, donde se eligen los vicepresidentes y autoridades de bloque del organismo legislativo.

“Si se prorroga la licencia del intendente, la situación que está planteada a nivel sucesorio debería mantenerse como está actualmente. Si Eduardo Romero retoma sus funciones, vuelve todo a como estaba antes”, opinó Loza.

Por último, desde su lugar como presidente interino del Concejo Deliberante, el concejal adelantó que se abocará en los próximos días a la cuestión de la seguridad. “Voy a solicitar una reunión con el Ministerio Público Fiscal para conocer las estadísticas delictivas de Villa Allende: qué tipos de delitos se han cometido, dónde, cuáles son las causas. Hay que abordar la cuestión en todas sus facetas”, apuntó Loza.

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