El presidente Mauricio Macri encabezó hoy la ceremonia de ascenso de las Fuerzas Armadas junto al ministro de Defensa, Julio Martínez.

Tras la breve ceremonia, que incluyó la tradicional bendición de los sables para los militares ascendidos, a cargo del sacerdote castrense Pedro Candia y ninguna alocución por parte de Macri, el ministro de Defensa aseguró que el Gobierno "no le exige que sean una Fuerza Armada al servicio de ningún proyecto político, sino que estén al servicio del Estado, que somos todos, y de la democracia, que es la forma de vivir que elegimos los argentinos".

En el Salón Blanco, el mandatario entregó los sables a tres generales de división, ocho generales de brigada, tres vicealmirantes, 11 contraalmirantes, un brigadier mayor y 8 brigadieres.

También recibieron sus atributos los jefes del Estado Mayor Conjunto, Bari del Valle Sosa; del Ejército, Diego Suñer; de la Armada, Marcelo Srur; y de la Fuerza Aérea, Enrique Amrein.

"Es una ceremonia protocolar, pero de un alto contenido para las Fuerzas Armadas, porque acá llegan los mejores", agregó Martínez, quien señaló que "están cumpliendo su trabajo previsto en épocas de paz con total normalidad como la Campaña Antártica, las misiones de paz, las situaciones de emergencia y la ayuda al combate contra el narcotráfico a través del monitoreo del espacio aéreo" en la frontera norte

Durante la ceremonia, que cierra con el proceso iniciado en el Senado con la aprobación de los pliegos militares, recibieron sus sables, símbolo del ascenso, tres generales de división, ocho generales de brigada, tres vicealmirantes, once contraalmirantes, un brigadier mayor y ocho brigadieres.