Tristeza, preocupación y bronca. Estas fueron las tres palabras que usó Claudia Molina para describir lo que sintieron el lunes por la mañana al llegar a la Escuela Especial Prof. Luis Morzone de Unquillo, dedicada a estudiantes con discapacidad. 

Ocurre que durante el pasado fin de semana, sujetos ingresaron al establecimiento, cortaron la luz, desactivaron alarmas y, no contentos con robar todo lo que pudieron, causaron también numerosos destrozos. “Fue muy fuerte entrar y ver la escuela en ese estado. Han actuado con mucha saña”, contó la vicedirectora en La Revuelta.

“Desde que estamos en este edificio nuevo, tan luchado y esperado durante 15 años, muchas veces intentaron romper, entrar y destruir cosas; pero esta vez lo lograron, cortaron todos los circuitos y actuaron impunemente, no eran principiantes”, continuó la docente.

Los delincuentes se llevaron más de 50 metros de cableado eléctrico, netbooks, ventiladores, parte de la instalación de la bomba de agua y todos los elementos tecnológicos que encontraron. “Algo que nos dolió mucho es que veníamos trabajando con mucho entusiasmo en un proyecto de radio, donde la Nexo nos acompañó muchísimo, y se llevaron todos los elementos del estudio, consola, micrófonos, etc.”, apuntó Molina con tristeza.

Aunque la policía de Unquillo envió agentes del departamento de investigación, el desánimo de las docentes es palpable. “No sabemos qué hacer. Venimos teniendo daños sucesivamente y ya no alcanza con poner más rejas o alarmas. Le pedimos al ministerio algún sistema de vigilancia, porque realmente es como volver a empezar”, dijo la vicedirectora.

“Es un balazo muy fuerte. Pasamos años luchando junto a las familias para conseguir un edificio digno para nuestros estudiantes y docentes. Todas las violencias duelen, pero que se metan con nuestras infancias y adolescencias más vulnerables, la verdad que duele mucho más”, concluyó.

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