El pasado viernes 7 de octubre por la mañana, un grupo de vecinos y vecinas de la ciudad de Unquillo se movilizaron pacíficamente en la explanada municipal tras el corte de energía que sufrieron en el asentamiento donde habitan hace aproximadamente cinco meses, ubicado en el barrio San José.

Son al menos 12 familias con hijos e hijas en situación de extrema vulnerabilidad, que además llevan adelante diversas acciones para garantizar un plato de comida, como ollas populares y la creación de comedor.

Yamila Rodriguez, vecina que acompañó, dialogó en Anexados y sostuvo que en la mañana del viernes “por orden del intendente” los dejaron “sin luz”. Ante esto, agregó que esperando una solución y respuesta por parte del intendente Jorge Fabrissin, quien nos los habría recibido, para garantizar “algo que es indispensable para todos, para los niños. No le venimos a plantear que nos den una casa”.

Rodriguez declaró que las familias están asentadas en un terreno municipal “abandonado” y que tienen “mucha necesidad: están viviendo en casitas hechas de nylon, de tarimas (...) son 12 familias que están en situación de calle, gente que son desalojadas sin ningún tipo de ayuda”.

Lo que piden los vecinos y vecinas es “un pilar social” y “de ahí nos encargamos nosotros”, dijo la vecina en cuanto al pago de la electricidad. “Todos los vecinos ponemos un poquito entre todos”, afirmó.

La situación sería más compleja aún, teniendo en cuenta los dichos de Rodriguez al sostener que “todos los días” les envían a “la policía” . “Somos unquillense, somos el pueblo de él (...) todos los que estamos acá lo votamos a él, no puede soltarle la mano a la gente”, dijo.

"Barrio Esperanza", es el nuevo nombre que le pusieron, “porque la esperanza es lo último que se pierde”, expresó. Un lugar donde realizan ollas populares “para que coman los chicos”, donde crearon un comedor, según dijo Yamila, y una plaza que comparten a la cual bautizaron “Los Niños”.

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