Mientras uno de los chicos del grupo realizaba un mural al costado del colegio 17 de Agosto, el resto de los integrantes sentados en la vereda miraban el graffiti. Nada de eso justifica el abuso de autoridad ni tampoco la violencia institucional por parte de las fuerzas de seguridad. 

Sin embargo, eso ocurrió en Villa Allende el pasado sábado 10 de septiembre a las 18.30 horas aproximadamente contra un grupo de adolescentes, menores de edad. 

María Romano, mamá de uno de ellos y ex titular de la Cámara de Comercios de la ciudad, narró y denunció los hechos. “Una locura lo que hicieron”. 

“Aclaro que no estaban pintando, estaban mirando. Había empezado un pibe a pintar un mural al costado del colegio. Estaban sentados, tranquilos”, continuó, hasta que  “llega una camioneta de Gendarmería, se bajan ya con agresividad apuntandolos”. 

Y prosiguió: “Uno de los chicos se asusta y se quiere ir, cargan el arma, lo apuntan y le dicen `quedate quieto o te pego un escopetazo`". Así comenzó la seguidilla de hechos violentos que habría tenido la fuerza de seguridad.

Posteriormente, los requisaron, “les hacen sacar las zapatillas, buscando no sé qué (...) los hacen poner contra la pared como si fuesen asesinos. Le pegaron una patada a dos de ellos abriéndosela más”. Hasta que su hijo, nervioso suspira y “le dice `qué te estás riendo`, lo agarró de los pelos (…) y con saña tres veces le golpea la cabeza contra la pared y le rompió un diente”. 

Romano continúa el relato, y con preocupación sostuvo que los jóveles violentados "son adolcentes de Mendiolaza y Villa Allende (...) son hijos de familias tradicionales de Villa Allende, no son delincuentes” y “quiero creer que no están para eso. Tampoco meto a todos en la misma bolsa, quiero creer que no todos los Gendarmes son iguales”.

“Está todo tan mal, tanta violencia, en instituciones, violencia en la gente. ¿Qué le estamos dejando a nuestro futuro?. Es una locura lo que han hecho”, expresó.

Y agregó: “Lesiones leves, abusos de autoridad. Quiero creer que hay Justicia. Lamentable, es un asco, es repulsivo todo esto. El arma estaba cargada, y ¿si se le escapaba la bala?".

Ante estos hechos, María sostuvo que irá "hasta las últimas consecuencias" y aque a raíz de los acontecimientos, otros jóvenes se animaron a contar que también habían sufrido violencia por parte de autoridades de seguridad.

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