La polémica posible instalación de Farmacity a la ciudad de Villa Allende y la discusión en el seno del Concejo Deliberante por modificar la Ordenanza vigente que regula, tiene un antecedente de no hace muchos años.

En el 2015, y en el proceso electoral por la intendencia, se realizó un referéndum en manos del peronismo encabezado por Héctor Colombo, quien asumió en ese momento como mandatario local. La discusión se centraba en si debía o no instalarse la farmacia sindical del gremio de empleados de Comercio.

Consultado colombo en Anexados, explicó que se había tomado dicha medida escuchando “la problemática de los farmacéuticos y entendíamos que había una competencia desleal (…) por parte de la farmacia que tenía otros beneficios”, entendiendo que era beneficioso para los afiliados, siempre que no fuese con “venta indiscriminada para el público”.

“Antes habíamos mandado una Ordenanza justamente relacionada con grandes cadenas de farmacias en la ciudad y poníamos ciertos límites casualmente para incentivar las farmacias barriales y proteger comercialmente a las farmacias instaladas anteriormente”. Se trata, según expresó Colombo, del “cuidado al comercio local”.

Para el ex funcionario, la similitud radical en el mismo que en aquel entonces: un “perjuicio que puede ocasionar en las farmacias ya establecidas”. Y agregó: “debemos fomentarlas en zonas barriales donde hoy no las tenemos. Alentar a que la actividad de las farmacias estén más cerca del vecino”.

Por otro lado, Colombo remarcó que lo que está sucediendo “es una presión por parte de Farmacity”, y además “no se debería haber autorizado la continuidad de la instalación sin antes tener la habilitación”, refiriéndose al Ejecutivo. 

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