La licencia de Eduardo Romero presentó un escenario casi inédito en la historia administrativa de Villa Allende y generó más de un debate. En el medio, el concejal Julio Loza (actual presidente del Concejo Deliberante) apuntó que había consultado con la Secretaría Legislativa de la Provincia sobre cómo proseguir.

Sin embargo, Guillermo Arias, titular del área, aclaró que no asesoró formalmente a ningún edil. “No conozco a Julio Loza, sólo he hablado con Mario Quiroga, con quien fuimos compañeros de trabajo. Más que una consulta, fue una charla sobre qué ocurría en caso de que se produjese acefalía en la intendencia”, indicó el funcionario a Anexados.

Asimismo, Arias apuntó que, si bien a nivel general existe la Ley Orgánica Municipal, cuando los municipios tienen su propia Carta Orgánica, esta define cómo será el proceso sucesorio. En el caso de Villa Allende, ambas reglamentaciones coinciden en varios puntos.

“Cuando faltan más de dos años para completar el mandato, asume un concejal solo a los efectos de llamar a elecciones para cubrir lo que queda del periodo. Cuando faltan menos de dos años, asume el presidente del Concejo Deliberante mientras dure la licencia”, explicó el secretario y aclaró que en otros municipios existe la figura del viceintendente. 

Por último, Arias se refirió a la apertura de sesiones de la Unicameral de Córdoba y los movimientos entre bloques de los legisladores. “Yo creo que la última sesión del año pasado desencadenó algunas disidencias que ya se venían gestando de antes. Siempre hay reacomodamientos entre bloques, y eso que todavía no estamos en año electoral”, comentó.

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