El meteorólogo del Observatorio de Salsipuedes explicó que las bajas temperaturas de estos días no son una anomalía sino un fenómeno habitual de la época. Anticipó un verano con calor extremo, lluvias abundantes y diques llenos.
En diálogo con Radio Nexo, Mario Navarro, del Observatorio Meteorológico de Salsipuedes, brindó un panorama completo sobre las condiciones actuales y las proyecciones para los próximos meses.

Consultado por el marcado descenso de temperatura en plena primavera, Navarro aclaró que “no es algo fuera de lo común”. “En septiembre, octubre y noviembre siempre hay inyecciones de aire frío que provocan cambios bruscos. Cada tanto ingresa un frente más importante y genera estas situaciones”, explicó.
El meteorólogo destacó además un dato curioso: “Hoy tenemos más frío en Córdoba que en Ushuaia”, ya que la ciudad austral registró 17 grados mientras que el centro del país amaneció con apenas 7°.

Respecto al futuro inmediato, anticipó que el frío durará poco: “Ya desde el viernes las temperaturas comenzarán a subir, y entre domingo y martes tendremos máximas de 30 a 32 grados”, señaló. Sin embargo, el aumento del calor traerá aparejadas tormentas con granizo, ráfagas de viento y lluvias importantes que podrían acumular entre 25 y 35 milímetros.
Sobre lo que viene para los próximos meses, Navarro fue contundente: “Vamos a tener un verano con temperaturas de entre 33 y 40 grados. En noviembre, diciembre y enero habrá semanas sofocantes y también períodos de lluvias intensas, con acumulados de hasta 100 milímetros.”

El especialista también trajo una buena noticia: los diques de Córdoba se encuentran en niveles históricos. “El dique La Quebrada está ocho centímetros por encima del nivel habitual. Desde 1969 no se registraba algo así en pleno invierno”, celebró.
TE PUEDE INTERESAR: https://nexofm.com.ar/150-anos-feliz-cumple-estacion/
Finalmente, Navarro advirtió que estos cambios térmicos y las anomalías climáticas serán cada vez más frecuentes, y que es necesario “acostumbrarse a convivir con estas variaciones extremas”.
“No son hechos aislados, sino parte de un proceso de transformación del clima. Tenemos que entender que estas oscilaciones van a seguir ocurriendo”, concluyó.