Villa Allende: Intentaron secuestrar a una joven en Bº San Clemente
El pasado jueves 6 de enero, Juliana Bernabé logró evitar que tres hombres la secuestraran en plena luz del día. Ocurrió cerca de las 14.30 horas cuando regresaba de trabajar, en la intersección de las calles Pablo Cabrera y Sargento Cabral, a pocas cuadras de su vivienda.
Juliana Bernabé, hija de Julián Bernabé, una persona reconocida en Villa Allende, trabajador municipal y fundador de Seguridad Ciudadana, es la víctima de este lamentable acontecimiento y relató en Anexados cómo ocurrió el intento de secuestro.
Ese jueves, “salía de trabajar como todos los días”. “Cuando estoy llegando a la intersección de Pablo Cabrera y Sargento Cabral (…) un vehículo llega de frente, dobla y se frena en la esquina”, contó. “Yo venía con los auriculares y no venía prestando atención” hasta que vio que uno de ellos le hablaba y “me piden indicaciones para volver al centro de Villa Allende (…) me aproximo para poder explicarles” y quien está del lado de la ventanilla del acompañante la forcejeo.
“Mi primer instinto es que me va a robar” por lo que tiró su celular a la calle. Sin embargo, el sujeto comenzó a agarrarla con “muchisimas mas fuerza y me tira contra el auto e intenta golpearme contra el parante de arriba del vehículo para desestabilizarme”, describió.
Logró resguardar su integridad para no perder el conocimiento y no ser doblegada, recibió golpes en su espalda y luego, divisó a una tercera persona intentaba salir del auto. “Dos contra mi persona es imposible”, pensó, “así que con mi cuerpo yo trataba la puerta de adelante y a patadas le cerraba la puerta de atrás (...) para evitar el contacto con ellos y no dejarlos bajar en ningún momento”.
Y continuó: “Empecé a gritar y a gritar y se dieron cuenta que no podían agarrarme” por lo que se fueron del lugar. Juliana logró visualizar el vehículo, un Renault Symbol de los primeros en salir color gris, sin embargo no pudo ver el admonición del mismo porque “lo habían tapado”.
Afortunadamente la joven pudo, con heroísmo, defenderse y hoy poder alertar a la comunidad. “Es una situación horrible, lamentablemente me tocó vivirla a mi. En parte agradezco que haya sido y yo que me pude defender, no me quiero imaginar si le hubiese pasado a otra persona (…) son cuestiones de literalmente 5 minutos en las que pasó de todo y yo por suerte pude reaccionar, me pude defender”, sostuvo, “pero hay otras personas que no saben cómo y el miedo paraliza, te frena y en esa cuestión de segunditos puede pasar de todo”.
Y en esos segundos, quizás de los más traumáticos de la vida, Juliana se sintió protegida por su padre, como “un ángel aparte en ese momento” que le enseñó a defenderse, pero además “en ese momento (...) es la sensación de la manito en el hombro diciente vos podes”.
Este hecho, no es simplemente un hecho de inseguridad más. Se trata de un intento de secuestro, de una violación a los derechos humanos. Hablamos del concepto de desaparición forzosa, probablemente de trata de personas. Un hecho que prende las alarmas en la ciudad, nuevas y lamentables alarmas, en las que principalmente, y otra vez, las mujeres debemos enfrentar.